“La lectura no es solo una operación abstracta de intelección: es puesta en juego del cuerpo, inscripción en un espacio, relación consigo mismo y con los otros” (Chartier, El orden de los libros)
Imagen: munterbund.de
En segundo lugar, esta base de datos integra como unidades de información o fragmentos no solo palabras, sino imágenes, videos, audio. A veces, estos materiales sustituyen fácilmente a las antiguas descripciones con palabras, y en otras ocasiones complementan de diversas maneras las ideas hechas palabras. Esta multimodalidad bien aplicada siempre refuerza el mensaje. Pero hay un uso distinto, especialmente de las imágenes y el diseño visual entendidos como información gráfica, que ayudan no solo a ilustrar, sino también a estructurar la narrativa a partir de una base de datos: las técnicas de visualización de datos. Edward Tufte ha dedicado varias décadas a mostrar y analizar cómo desde los antiguos mapas y otros métodos se ha conceptualizado gráficamente la información, y cómo podemos mejorarla. Lo cierto es que la sugerente imagen del mapa (¿del tesoro?) nos ayuda a comprender muy bien la idea y su mecanismo: el mapa es al mismo una imagen total de un espacio sobre el que podemos crear diversos recorridos muy particulares. En un mapa podemos detenernos en áreas pequeñas y luego seguir a otras, deteniéndonos donde nos interese. Cada recorrido es una aventura, una narración, una lectura. Si las unidades de lectura significativas (nuestros fragmentos) están bien asociadas y enlazadas a su punto en el mapa, podemos recorrerlo sabiendo que nuestro itinerario nos deparará una aventura narrativa satisfactoria, porque no nos perdemos pero tenemos libertad de movimiento. Esta es una manera de espacializar la narración, de convertirla en base de datos y ofrecerle un espacio gráfico y conceptual al mismo tiempo donde habitar como un todo narrativo en red. Para quien desee atisbar el futuro de estas aplicaciones, recomiendo este impactante video del TED en el que Deb Roy nos demuestra cómo dibujar mapas dinámicos del aprendizaje de las primeras palabras de un niño en su entorno familiar o cómo mostrar la actividad concreta de un tema en toda la esfera pública.
Los sistemas de visualización de datos y data mining nos ofrecen en la red cada vez más oportunidades de recoger datos de los grandes repositorios (Google, Twitter, Flickr) y generar gráficas sobre las que recuperar de una manera significativa el contenido, creando el usuario itinerarios narrativos de interés. ¿Es posible plantear lo mismo para un libro previamente pensado para ser impreso? Esto es lo que TheProject busca experimentar y desarrollar en un proyecto hipermedia en colaboración con Álvaro Llosa y Mónica Poza (diseño de edición), Ikuska Sanz (documentalista) y posibles empresas de visualización de datos, como Bestiario (data visualization). El objetivo es convertir un manual de empresa, un texto informativo pensado previamente para ser impreso, en una base de datos cuyo acceso se realiza mediante un sistema gráfico de visualización de datos interactivo. Aún más, si el hipermedia hoy nos se entiende sin la interacción social, la creación en red de una comunidad lectora, los propios itinerarios de lectura con sus comentarios de los usuarios quedan también reflejados y disponibles como otros mapas para buscar el tesoro en múltiples recorridos dentro del mapa. Mejor que una descripción, dejo aquí un video con la propuesta :-).
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